Los voluntarios son formados para enfrentar situaciones y dar respuesta ante posibles daños por el inicio de la temporada ciclónica mediante planes de evacuaciones.

El personal, que incluye a integrantes de juntas de vecinos también se encarga de adiestrar para el conocimiento de los lugares que servirían de albergues.

En la provincia de Santiago, se estima que miles de familias residen en 90 zonas vulnerables, propensas a inundaciones y deslizamientos de tierra.

Francisco Arias, director del organismo de socorro, dijo que trabajan con los alcaldes para limpiar aceras, drenaje y contenes. Con Edenorte y las telefónicas también acordaron la poda de árboles para prevenir que puedan ser afectados en caso de posibles vientos.

Por: Miguel Ponce